Mis sábanas huelen a deseo,
a tu deseo,
a tu risa,
a tu llanto,
a tus sueños,
a tus esperanzas.
A tu pelo, a tus manos,
a tus caricias y a tus besos.
A la brisa de lo que no pudo ser
y se resistía queriendo ser.
O quizás sólo soy yo echándote de menos....
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