lunes, 14 de octubre de 2013

El astronauta que se convirtió en ingeniero

Lo normal cuando eres pequeño es soñar con que algún día serás astronauta, un cantante famoso o el mejor jugador de fútbol del mundo. A medida que vas creciendo lo normal es que tus expectativas se reduzcan, ese astronauta pasa a ser un aficionado al espacio, ese cantante con éxito pasa a ser alguien que canta en su tiempo libre y ese futbolista famoso pasa a ser alguien que juega los fines de semana con sus amigos. Poco a poco lo normal es que tus sueños se empequeñezcan tanto que no tengan nada que ver con lo que querías ser cuando eras niño. Entonces lo realmente normal es acabar siendo el típico adulto aburrido cuyo objetivo se basa en conseguir un trabajo aburrido para mantener una vida más que aburrida... Pero la verdad es que yo nunca fuí un chico normal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario